Une histoire du conflit politique. Paris: Seuil.

Cagé, J. y Piketty, T. (2023).

Julia Cagé y Thomas Piketty acaban de publicar su obra, titulada Une histoire du conflit politique, en el editorial Seuil. Conviene recordar que Cagé es catedrática en el Instituto de Ciencias Políticas de París, codirectora del programa Evaluación de la democracia en el Laboratorio Interdisciplinar de Evaluación de las Políticas Públicas e investigadora asociada en el Center for Economic and Polity Research donde dirige la Media Plurality Research Polity Network. En 2021, recibió el Starting Grant del Consejo Europeo de la Investigación por su proyecto Campaign finance, Information and Influence: A Comprehensive Approach Using Individual-Level Data and Computer Sciences Tools, y, dos años más tarde, recibió el Premio de la mejor joven economista. Entre las principales obras de esta especialista de la economía de los medios de comunicación, de la economía política y de la historia económica figuran Le prix de la démocratie (2018), Libres et égaux en voix (2020) y L’information est un bien public. Refonder la propriété des médias (2021) escrita con Benoît Huet.

Piketty, de su parte, es director de estudios en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, catedrático en la Escuela de Economía de París y co-director del World Inequality Lab & World Inequality Database. Economista de reconocido prestigio, ha publicado numerosos artículos de investigación en revistas internacionales, tales como Quarterly Journal of Economics, Journal of Political Economy, American Economic Review, Review of Economic Studies, así como una decena de libros, entre los cuales se encuentran Le Capital au XXIe siècle (2013), Capital et idéologie (2019) y Une brève histoire de l’inégalité (2021). Es autor de varios trabajos históricos y empíricos dedicados a la relación entre el desarrollo económico y el reparte de la riqueza que lo han conducido a cuestionar la hipótesis de Kuznets y a poner de manifiesto la importancia de las instituciones políticas, sociales y fiscales en la dinámica histórica del reparto de la riqueza.

En la presente obra, primer libro redactado conjuntamente por ambos autores, Cagé y Piketty proponen una historia del conflicto político a partir de las elecciones y las desigualdades sociales en Francia entre 1789 y 2022. Esta investigación “tiene un interés a la vez histórico y prospectivo”, dado que, “con cinco Repúblicas y múltiples cambios de régimen, Francia constituye desde 1789 un incomparable laboratorio de los vaivenes de la vida política moderna en general y de la democracia electoral en particular” (p. 11). De hecho, “si la democracia es una promesa jamás completamente realizada, un proyecto siempre en curso, un intento imperfecto de regular los conflictos sociales a través de la deliberación y del voto, y de ir cada vez más lejos en la vía de la igualdad social y política, entonces, el laboratorio francés ofrece un marco ideal que permite comprender mejor los caminos complejos y las bifurcaciones inacabadas que esta esperanza puede emprender” (p. 11).

En efecto, “gracias a una unificación estatal, territorial y administrativa precoz, proceso ampliamente iniciado bajo el Antiguo Régimen antes de ser acelerado y consolidado por la Revolución francesa, el país dispone, además, de archivos electorales bien conservados desde 1789, que permiten estudiar a nivel municipal los resultados de la práctica totalidad de los escrutinios que han tenido lugar a lo largo de los últimos dos siglos. Los datos muy ricos provenientes de los censos y de las diversas fuentes administrativas, educativas, religiosas, sociales, financieras o fiscales permiten igualmente analizar de manera detallada la estructura de las desigualdades socio-espaciales y su relación con los comportamientos políticos desde el periodo revolucionario” (p. 12). Gracia a un trabajo de digitalización de los datos electorales y socioeconómicos que cubren más de dos siglos, “labor que jamás había sido realizada anteriormente de manera tan sistemática y en un periodo tan largo, esta obra propone una historia de los comportamientos electorales y de las desigualdades socio-espaciales en Francia de 1789 a 2022” (p. 12).

En ese sentido, “más allá del interés histórico y de la nueva base de datos que propone, esta obra permite aportar una mirada nueva sobre las crisis del presente y su posible desenlace” (p. 16). Los autores indican que las divisiones ideológicas del pasado no han desaparecido, dado que “es siempre a partir de esta herencia que la estructura del conflicto político y de las nociones plurales y cambiantes de derecha, centro e izquierda no paran de redefinirse y de reactualizarse alrededor de visiones del mundo y de intereses socioeconómicos divergentes” (p. 16). Más allá de esta multidimensionalidad estructural del conflicto político, “existen unos periodos históricos en los cuales un eje principal toma el paso sobre los demás” (p. 16).

Por una parte, puede tratarse de “un conflicto socioeconómico que [enfrenta] las clases populares a las clases [favorecidas] en su conjunto. En ese caso, el enfrentamiento electoral toma la forma de un conflicto bipolar izquierda/derecha. (…) Esta bipolarización de tipo clasista se estructura generalmente en torno a unas desigualdades de propiedad” (p. 16). Esta configuración es preponderante en el Hexágono a partir de 1900-1910 y hasta 1990-2000. “Esta bipolarización, particularmente fuerte entre 1910 y 1992, tiene un impacto determinante y ampliamente positivo sobre el desarrollo democrático, social y económico del país a lo largo del siglo XX” (p. 17). Por lo cual, uno de los principales objetivos de este libro es “comprender mejor los contextos socioeconómicos y político-ideológicos y las elecciones estratégicas de los actores susceptibles de explicar por qué y cómo ese tipo de conflicto bipolar se construye y se desconstruye” (p. 17).

Por otra parte, durante otros periodos históricos, “a fínales del siglo XIX y a inicios del siglo XX, y, de nuevo, a inicios del siglo XXI”, se impone una estructura ternaria e incluso cuaternaria (p. 17). Sobre todo, las elecciones presidenciales y legislativas que han tenido lugar en 2022 han hecho aparecer una tripartición relativamente clara de la vida política, con “un bloque de izquierdas social-ecológico, un bloque central liberal-progresista y un bloque de derechas nacional-patriota, que reúne cada uno alrededor de un tercio de los votos” (p. 17). Esta división tiene unos fundamentos ideológicos más antiguos. Alude, en gran medida, “a tres de las principales familias ideológicas que han estructurado la vida política desde el siglo XIX: el socialismo, el liberalismo y el nacionalismo” (p. 18). Lo cierto es que “cada una de estas corrientes principales intenta, a su manera, aportar unas respuestas posibles a la cuestión social, tal y como ha sido formulada desde la revolución industrial y redefinida posteriormente a lo largo de los últimos dos siglos, a la luz de las transformaciones socioeconómicas en curso” (p. 18). La aparición de nuevos retos, tales como el medio ambiente à la inmigración, han contribuido a redefinir las antiguas corrientes políticas.

A lo largo de los últimos dos siglos, han aparecido “diferentes formas de tripartición entre 1848 y 1910 (…), luego, una bipolarización izquierda/derecha cada vez más acusada de 1910 a 1992, y, finalmente, una vuelta gradual a una nueva forma de tripartición entre 1992 y 2022” (p. 18). Los autores demuestran que “la existencia de un enfrentamiento electoral ternario en lugar de binario no significa de ninguna de las maneras el debilitamiento de la división de clase, sino todo lo contrario” (p. 19). De hecho, el bloque central liberal-progresista resultante de las elecciones de 2022 es el más burgués de toda la historia electoral francesa, “en el sentido de que reúne a un electorado socialmente mucho más favorecido que la media” (p. 19). La otra peculiaridad de esta nueva tripartición es que “las clases populares están profundamente divididas entre dos bloques, con unas clases populares urbanas que votan por el bloque de izquierdas y unas clases populares rurales que votan por el bloque de derechas” (p. 20).

Los economistas galos estiman que es “comparando de manera minuciosa estas diferentes configuraciones y sus transformaciones que se puede comprender mejor las tensiones a la obra hoy en día y contemplar nuevas trayectorias de evolución para las décadas venideras” (p. 20). Así, “la reunión de las clases populares rurales y urbanas se ha producido en el pasado sobre la base de plataformas programáticas ambiciosas de reducción de las desigualdades sociales, en todas sus dimensiones, teniendo en cuenta las peculiaridades de los diferentes territorios” (p. 20).

Antes de ir más lejos, es necesario precisar los métodos elegidos, así como la manera en que ese trabajo se integra en el seno de la amplia literatura en ciencias sociales dedicada a las elecciones y a las ideologías políticas.

Existen dos métodos principales y complementarios: “una a partir de las encuestas llevadas a cabo a nivel individual, y otra a partir de datos electorales y socioeconómicos observados al nivel espacial” (p. 20).

En cuanto a la literatura científica sobre la historia social de los electorados, es poco abundante. Una de las obras de referencia en esta materia es el Tableau politique de la France de l’Ouest sous la Troisième République que fue publicada por el geógrafo André Siegfried en 1913. En esta obra, que se ha convertido en todo un clásico de la ciencia política moderna, “el autor propone un estudio minucioso de los votos observados de las elecciones legislativas de 1871 a las de 1910 cantón por cantón, en 14 Departamentos de la Francia del Oeste, de la Vendée a la Bretaña pasando por el Anjou y la Normandía” (p. 26). No en vano, el trabajo innovador de Siegfried no ha sido prolongado y sistematizado, a pesar de las numerosas fuentes adicionales de las que disponemos hoy en día. No obstante, a partir de los años 1980, Hervé Le Bras y Emmanuel Todd publican varias obras (Le Bras y Todd, 1981, 2015) “que aspiran a analizar el impacto de las estructuras familiares (…) sobre la geografía del voto” (p. 28). La escasa continuidad que ha tenido el trabajo de Siegfried se explica, en parte, “por el desarrollo fulgurante de las encuestas [pre y] poselectorales de los años 1950 y 1960” (p. 29).

No en vano, ciertos trabajos han tratado de profundizar e incluso revisar las conclusiones de Siegfried “sobre los orígenes del voto republicano y del voto monárquico o conservador. Se trata, especialmente, del libro Paysans de l’Ouest consagrado por Paul Bois en 1960 al Departamento de la Sarthe” (p. 30). Bois introduce un nuevo factor explicativo para dar cuenta de la mayor propensión del Oeste del Departamento a votar por la derecha: “la profunda decepción de una amplia parte de las clases populares rurales hacia la acción de la Revolución francesa” (p. 30). La obra clásica, dedicada en 1964 por Charles Tilly a “la insurrección vendeana confirma las conclusiones de Bois sobre la profunda decepción posrevolucionaria de una amplia parte de las clases populares rurales” (p. 31).

Es la razón por la cual, los autores insisten, en la presente obra, “sobre la multidimensionalidad de las divisiones sociopolíticas desde la época de la Revolución francesa hasta hoy en día y sobre la necesidad de comprender los diferentes puntos de vista sobre los conflictos vigentes” (p. 34). En otros términos, si “la clase social existe y no ha parado de desempeñar un rol determinante en la confrontación política, (…) debe ser contemplada en una perspectiva multidimensional y espacial” (p. 34). Para analizar “las evoluciones de las desigualdades socioeconómicas, así como para el examen de la estructura del conflicto político y de sus transformaciones, la noción pertinente [es la de] clase geo-social, cuyos contornos están permanentemente redefinidos por los procesos económicos y, sobre todo, por las experiencias políticas en vigor y las lecciones que cada uno extrae de los acontecimientos” (p. 34). El concepto de clase geo-social incluye “la cuestión de la relación al territorio y a los recursos naturales, a los medios de transporte y a las fuentes de energía” (p. 35). Pero, incluye, igualmente, “la cuestión de las desigualdades de acceso a las transferencias sociales y a los servicios públicos (…), de la posesión de los medios de producción, de la jerarquía de los salarios y de las rentas, del acceso a la propiedad y a la vivienda, de la justicia fiscal y social” (p. 35).

Tanto en el mundo rural como en el mundo urbano, las desigualdades entre clases sociales son a la vez múltiples y cambiantes, “en función, especialmente, del sector de actividad, de lo que los diferentes grupos sociales poseen y de la manera en que se insertan en el tejido social y espacial, de sus esperanzas y de sus expectativas” (p. 35). En ese sentido, el conflicto político fundamental es bidimensional: de pobres contra ricos y de rurales contra urbanos, “con unas percepciones del mundo y unas expectativas muy diferentes entre las clases populares rurales y las clases populares urbanas (…) así como entre las clases favorecidas rurales y urbanas” (p. 35). Ese conflicto bidimensional define “una estructura que consta de, al menos, cuatro grandes clases geo-sociales, (…) sin contar las clases intermedias, lo que multiplica las coaliciones posibles y las diferentes formas de bipartición o de tripartición” (p. 35).

Este análisis se inspira, asimismo, en los trabajos de Seymour Lipset y Stein Rokkan (1967), que se han propuesto “analizar los sistemas de partidos y su evolución a través de una visión multidimensional de las divisiones electorales. Su clasificación se basa en la idea según la cual las sociedades modernas han estado marcadas por dos revoluciones: la revolución nacional, a través de la construcción de un poder estatal centralizado y del Estado-nación, y la revolución industrial” (p. 37). Esto ha dado lugar a cuatro grandes divisiones políticas, que varían notablemente según los países: la división entre el centro y la periferia, la división entre el Estado centralizado y las Iglesias, la división entre los sectores de actividad, y la división en torno a la posesión de las medios de producción, a los que convendría añadir, nos dicen Cagé y Piketty, “la división migratoria e identitaria, la división alrededor de la globalización y la integración económica internacional, y la división en torno al medio ambiente y al calentamiento climático” (p. 37).

Por lo tanto, la hipótesis principal de este libro es que “la configuración bipolar izquierda/derecha de tipo clasista es la más favorable, desde el punto de vista tanto del funcionamiento democrático como del desarrollo socioeconómico” (p. 37). De hecho, “la tendencia a la bipolarización observada durante una amplia parte del siglo XX, de 1900-1910 a 1990-2000, y, especialmente, entre 1958 y 1992, se ha acompañado de una fuerte participación electoral y de un movimiento poderoso hacia una gran igualdad socioeconómica, movimiento que es inseparable históricamente de aquel hacia una mayor prosperidad colectiva” (pp. 37-38). En cambio, “las fases de tripartición observadas en el siglo XIX o a inicios del siglo XXI se acompañan de una participación desigual (…), de desigualdades elevadas y de una relativa estagnación social y económica” (p. 38). La tripartición de la vida política “se acompaña a menudo de una división de las clases populares rurales y urbanas en torno a conflictos identitarios basados en los orígenes geográficos y las identidades étnicas o religiosas” (pp. 39-40).

Esta obra de Cagé y Piketty se divide en cuatro partes y en 14 capítulos.

-La primera parte, titulada Clases y territorios: las desigualdades socio-espaciales en Francia desde la Revolución (pp. 43-226), está formada por cuatro capítulos. “El objetivo de esta primera parte es comenzar a dibujar el marco general en términos de desigualdades socio-espaciales que es movilizado en las siguientes partes para estudiar las transformaciones de los comportamientos electorales” (pp. 40-41). Más precisamente, el primer capítulo (pp. 45-84) analiza “la existencia de una marcha limitada pero real hacia una mayor igualdad social en Francia desde la Revolución así como a nivel tanto del voto y de la igualdad política como del reparto de la riqueza y de la igualdad socioeconómica” (p. 41). El segundo capítulo (pp. 85-137) “introduce las dimensiones espaciales y muestra que esta marcha limitada hacia la igualdad a largo plazo se inscribe en el contexto de una polarización creciente de la población y de un nuevo auge de las desigualdades territoriales durante las últimas décadas” (p. 41). El tercer capítulo (pp. 139-178) “analiza las metamorfosis y la persistencia de las desigualdades educativas, así como el rol estructurante de la división público/privada y de la cuestión religiosa” (p. 41). El cuarto capítulo (pp. 179-226), que concluye esta primera parte, “introduce las nuevas divisiones identitarias vinculadas a los orígenes y su interacción con las otras dimensiones” (p. 41).

-La segunda parte, que se titula Auge y declive de la movilizacion democrática: la participación electoral en Francia 1789-2022 (pp. 227-242), se compone de tres apartados. El quinto capítulo (pp. 229-268) estudia “la evolución general de la participación desde la Revolución, examinando las tres grandes categorías de escrutinios nacionales: las elecciones legislativas, los escrutinios presidenciales y los referendos” (p. 41). El sexto capítulo (pp. 269-208) se interesa por “los determinantes socioeconómicos de la participación en el marco de las elecciones legislativas que han tenido lugar de 1848 a 2022, insistiendo en la existencia de una participación rural estructuralmente más fuerte desde hace dos siglos (…) y en el descuelgue inédito de la participación de los municipios más pobres relativamente a los más ricos desde los años 1980-1990” (p. 41). El séptimo capítulo (pp. 309-342) “extiende ese análisis al caso de la participación en los escrutinios presidenciales y los referendos” (p. 41).

-La tercera parte, titulada Entre bipolarización y tripartición: dos siglos de elecciones legislativas en Francia (pp. 343-613) y que se divide en cuatro secciones, “propone un análisis general de los determinantes socioeconómicos del voto para las diferentes corrientes políticas en las elecciones legislativas de 1848 a 2022” (p. 42). El octavo capítulo (pp. 345-414) pone las primeras bases “de la estructura general de las condiciones y de las familias políticas, tales como se han expresado en los escrutinios legislativos desde 1848” (p. 41). El noveno capítulo (pp. 415-472) se interesa de forma más detallada “por las estructuras socioeconómicas del voto [durante] el primer gran periodo de tripartición (1848-1910)” (p. 41). El décimo capítulo (pp. 473-535) “analiza el difícil proceso de construcción de un sistema basado en la bipolarización izquierda/derecha a lo largo del periodo 1910-1992” (p. 41). Por último, el décimo primer capítulo (pp. 537-613) estudia “las tendencias hacia una nueva forma de tripartición entre 1992 y 2022 y analiza los diferentes escenarios de evolución futuras” (pp. 41-42).

-La cuarta parte, que se titula Entre democracia representativa y democracia directa: las divisiones políticas en los escrutinios presidenciales y referendos (pp. 615-842) y consta de tres apartados, “estudia el rol de las elecciones presidenciales y de los referendos en las transformaciones de los determinantes socioeconómicos del voto” (p. 42). El décimo segundo capítulo (pp. 617-683) “analiza el caso de la elección presidencial de 1948 y de su reinvención entre 1965 y 1995” (p. 42). El décimo tercer capítulo (pp. 685-765) “estudia las metamorfosis de los escrutinios presidenciales de 2002 a 2022” (p. 42). Y, el décimo cuarto capítulo (pp. 767-842) analiza “el rol de los referendos en las transformaciones de las divisiones electorales y socioeconómicas, insistiendo especialmente en el rol de los referendos de 1992 y 2005, que han sido un poderoso catalizador del movimiento hacia la tripartición de las últimas décadas, lo que (…) conduce a volver a la cuestión de las posibles evoluciones futuras” (p. 42).

En el apartado de conclusiones, los autores reconocen que una de las principales limitaciones de su obra es que se ha centrado en las elecciones que han tenido lugar en un solo país y en los escrutinios presidenciales, legislativos y los referendos organizados desde la Revolución de 1789. Por lo cual, subrayan que “este trabajo merecería ser extendido en dos direcciones principales: más allá de las elecciones nacionales y más allá del caso francés” (p. 847).

Al término de la lectura de la obra Une histoire du conflit politique, es obvio reconocer el trabajo ingente realizado para recoger, tratar y analizar los resultados electorales y los datos socioeconómicos de Francia sobre un periodo de dos siglos. A partir de esta base de datos y su análisis sistemático y pormenorizado, los autores extraen dos conclusiones principales: por una parte, la pertinencia de un análisis en términos de clase geo-social como elemento estructurante del conflicto político; y, por otra parte, la idea según la cual la configuración bipolar izquierda/derecha es la más favorable a la participación electoral y al desarrollo socioeconómico. Los economistas galos compaginan una sólida base empírica y una argumentación rigurosa, con una abundante ilustración, un estilo fluido y un lenguaje legible que traduce su voluntad de no dirigirse únicamente a un público académico. No en vano, posiblemente en razón de su formación y de su orientación política, tienden a infravalorar los factores identitarios.

A pesar de esta reserva, la lectura de esta obra maestra e impresionante por su magnitud y ambición, resulta indispensable para comprender la historia del conflicto político en Francia.

Eguzki URTEAGA
Universidad del País Vasco
eguzki.urteaga@ehu.eus

Bibliografía

Cagé, J. (2018). Le prix de la démocratie. Paris: Fayard.

Cagé, J. (2020). Libres et égaux en voix. Paris: Fayard.

Cagé, J. y Huet, B. (2021). L’information est un bien public. Refonder la propriété des médias. Paris: Seuil.

Le Bras, H. y Todd, E. (1981). L'invention de la France. Paris: Hachette.

Le Bras, H. y Todd, E. (2015). Le mystère français. Paris: Seuil.

Lipset, S. y Rokkan, S. (1967). Party System and Voter Alignments: Cross-national Perspectives. New York: Free Press.

Piketty, T. (2013). Le Capital au XXIe siècle. Paris: Seuil.

Piketty, T. (2019). Capital et idéologie. Paris: Seuil.

Piketty, T. (2021). Une brève histoire de l’inégalité. Paris: Seuil.